Cuatro testimonios, uno de ellos realizado bajo la figura de testigo de identidad reservada, las imágenes captadas por las cámaras de seguridad de la zona y los resultados de las pericias genéticas fueron los elementos que tuvo en cuenta el fiscal Carlos Sale para sostener la culpabilidad de Walter “El Chino” Regudero en el crimen de la enfermera Luisa Mansilla.
Daniel Antonio Romano dijo que estaba detenido con su taxi al frente donde se produjo el hecho. Agregó que a las 7 observó que una mujer se paraba en la parada de ómnibus y que, a los pocos segundos, se presentó un joven con claras intenciones de robarle. “Creo que dos o tres veces la apuñaló para cortarle la tira de la cartera y llevársela porque se produjo un forcejeo. Y después, al ver que no podía sustraerla, le dio más puntazos”, declaró.
Roberto Antonio Gálvez, el motociclista que observó el hecho y que salió en persecución junto al taxista del delincuente, declaró: “Estábamos detrás de él cuando arrojó la cartera. La alcé y se la di al taxista para que se la entregara a los parientes”.
El testigo de identidad reservada también sostuvo: “Iba pasando con su moto por el lugar y observo a una pareja forcejeando. Primero pensé que era una pelea, pero después me di cuenta que el joven le pegó una puñalada por la espalda para quitarle la cartera. La tiró al piso y le dio otra puñalada. Después me vio y me dijo: ‘no hagás nada porque te meto un tiro’”.
Los vecinos, espantados por lo que había ocurrido en el barrio, como no ocurre en otras ocasiones, llamaban a la Policía para aportarles las imágenes que habían tomado las cámaras de seguridad de sus hogares. El agente Fabián Exequiel Suárez, que vive en la zona donde se registró el homicidio, se ofreció a analizar tomas. No dudó en identificar a “El Chino” como el autor del hecho.
En la correa de la cartera de la víctima se encontraron muestras de sangre. Sobre esa prueba se realizó una prueba genética que determinó que la sangre encontrada pertenecía a la víctima y a Regudero. La misma pericia se realizó en el mango del cuchillo que el personal de Homicidios, al mando de los comisarios Ana Estequiño, Diego Bernachi y Jorge Dib, secuestraron. El estudio reveló que las muestras pertenecían a Mansilla y al acusado.